La Locura de Diós

Juan Miguel Aguilera demuestra un estilo y una ambición increíbles en esta novela de fantasía Histórica. Ramon Llull es el protagonista de esta aventura. El que fue un filólogo/monje mallorquín y uno de los primeros valedores de la literatura catalana -con obras como El llibre de les bèsties- es el personaje que inspira al autor para narrar la novela alrededor suyo. Sus memorias narradas en primera persona nos llevan al periodo de máxima expansión de la Corona de Aragón: El asalto de los almogávares y sus capitán, Roger de Flor, de Constantinopla y las tierras circundantes de Anatòlia -la actual Turquía- a comienzos del siglo XIV. A partir de aquí pero, la imaginación de Aguilera estalla y nos sumerge en una aventura pura dónde se mezclan batallas épicas, seres fantásticos, ciudades surgidas de la mente de Julio Verne (de aquí viene el aire de Steam-Punk que envuelve buena parte de la novela con la utilización de la tecnología de vapor) y todo un abanico de posibilidades servidas en forma de ucronia que ofrece una de las novelas más entretenidas que he tenido el placer de leer últimamente.
Aguilera como decía antes, no se conforma en mostrarnos un retrato al comienzo y al final de la obra de los hechos reales que tuvieron lugar alrededor de la figura de Roger de Flor y sus almogávares; también nos da argumentos a través de la visión científica de Ramon Llull para enfrentar el mundo conocido y salvaje, el mundo de la superstición y de la brutalidad con el mundo científico y el de la razón. Los debates internos de Ramon Llull, su dicotomía entre la fe a Dios y la curiosidad científica son magníficos y creo sinceramente que en este punto Aguilera ha acertado.
La prosa del autor es magnífica y las vías argumentales de la obra están bien tratadas y bien cerradas. Quizás haría falta recriminarle algunos esquemas repetitivos como el hecho de hacer "dormir" a Llull siempre y cuando queremos hacer un salto en la acción, pero no deja de ser un recurso válido y del cual el autor se las apaña bastante bien. También el final de la etapa fantástica de la novela se ve algo sobredimensionada, pero todo esto no dejan de ser simples detalles que el alma de la novela se encarga de hacer olvidar con facilidad.
La Locura de Dios aborda los temas con respeto e interés pese a mostrar por instantes toques fantásticos y de otros de ciencia ficción, pero sin caer en el argumento fácil. Todo está planeado por realzar la figura de Llull y sus inquietudes. Aguilera enfatiza tanto la aventura y la imaginación como el debate entre la ciencia y la religión, entre la razón y el misticismo y da lugar a una aventura muy enriquecedora y a la vez entretenida: El ideal de cualquier novela de fantasía histórica.
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