Los Propios Dioses
Los Propios Dioses fue un punto y aparte en la CF de los 70. Una historia original y técnica que combinaba elementos típicos de las novelas de contactos con la más atrevida teoría: la de la existencia de los Universos Paralelos.
La obra se estructura en tres partes muy diferenciadas: tres partes que describen mediante personajes e historias distintas la epopeya del descubrimiento (casual) de universos paralelos y del contacto con los habitantes de dicho universo.
La primera parte, "Contra la estupidez " es claramente una introducción técnica y algo densa al principio fundamental de la obra: El descubrimiento de la existencia de un universo paralelo y del intercambio de energía que se puede producir entre los dos. Se trata de una parte tensa, donde Asimos nos introduce en dicha teoría, una parte didáctica que a menudo puede hacerse algo pesada por la cantidad de información química que el autor nos muestra pero que tiene unas páginas finales llenas de tensión y que nos conducen directamente a la creme de la creme: La segunda parte.
" los propios dioses " es el título de la segunda parte. Me atrevo a afirmar que posiblemente se traten de algunas de las mejores páginas escritas nunca en el género. Esta segunda parte es simplemente deliciosa, dudo mucho que nunca se puedan a volver a describir la psicología de unos seres no humanos de una forma tan convincente. Añadiendo el hecho que se trata de definir la personalidad de los tres sexos distintos que habitan en dicho universo y de las importantes interrelaciones que existen entre ellos.
Personajes como Odeen, Dua, Tritt y sobretodo Eastwald nunca podrán ser olvidados una vez el lector finalice los capítulos que conforman " los propios dioses ". Incluso la numeración de los capítulos es importante.
La vida en el otro universo, las motivaciones de sus habitantes y sobretodo el comportamiento y la biología misma de ellos se merecen que esta obra esté entre lo más destacado del siglo pasado.
Finalmente, la tercera parte, " luchan en vano?" quizás sea la más floja pero no por ello menos interesante. Una leve intriga política que redondea la primera parte y que la cierra correctamente. También encontramos aquí, pese al lenguaje llano de Asimov, diversos referentes técnicos (Hard) que pueden moderar hacer más lenta la lectura.
Impensable que alguien se la pierda, pese a las leves dificultades del comienzo y del final.
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